Resumen completo – El silencio de la ciudad blanca – La ciudad blanca – Libro 1
- Jason Montero
- 29 ago
- 38 Min. de lectura
Actualizado: 29 ago
Resumen completo por capítulos de El silencio de la ciudad blanca. Con spoilers desde el doble crimen del dolmen hasta el final del libro. Vitoria no solo sangra por sus muertos, sino por sus memorias enterradas: entre criptas y eguzkilores, Unai descubre que el asesino no es un eco del pasado, sino un hermano oculto, nacido de un parto secreto y alimentado por el rencor. La ciudad blanca es un altar donde los pecados familiares resurgen bajo la forma más cruel: la verdad.

Introducción – El silencio de la ciudad blanca
Vitoria no es solo piedra antigua ni rituales ancestrales; es una ciudad donde los muertos susurran entre eguzkilores y catedrales. En El silencio de la ciudad blanca, Eva García Sáenz de Urturi nos sumerge en una espiral de crímenes simbólicos, donde cada asesinato revive un eco del pasado y cada rincón de la ciudad se convierte en un escenario de misterio. Esta historia es más que un thriller: es un mapa emocional marcado por heridas, leyendas y secretos enterrados que exigen ser revelados.
Desde la primera página, el inspector Unai López de Ayala, apodado Kraken, nos guía con su mente analítica y su alma marcada. Las pistas no solo se esconden en los cadáveres, sino en los vínculos familiares, en los traumas personales y en las grietas de una ciudad que parece conocer más de lo que confiesa. Las abejas, las esculturas paganas y los apellidos compuestos no son meros detalles: son piezas de una red oscura tejida durante décadas.
Pero para entender este mundo donde lo ancestral y lo moderno colisionan con violencia milimétrica, es imprescindible conocer cómo comienza todo. Si deseas descubrir desde el origen el orden oculto de esta historia, no te pierdas el siguiente destino: Orden de lectura de Trilogía de la ciudad blanca ➤
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Navegación por capítulos
Resumen prólogo – El silencio de la ciudad blanca – El asesino del dolmen y la última víctima
Resumen capítulo 1 – El silencio de la ciudad blanca – La catedral vieja
Resumen capítulo 10 – El silencio de la ciudad blanca – La senda de los secretos
Resumen capítulo 20 – El silencio de la ciudad blanca – El mural del Campillo
Resumen capítulo 30 – El silencio de la ciudad blanca – La casa de las jaquecas
Resumen capítulo 40 – El silencio de la ciudad blanca – Calle Dato, 1
Resumen capítulo 50 – El silencio de la ciudad blanca – El despertar de Unai
Resumen prólogo – El silencio de la ciudad blanca – El asesino del dolmen y la última víctima
Vitoria, agosto de 2016. Las cámaras invadieron la ciudad buscando titulares tras saberse que el inspector Unai López de Ayala había recibido un disparo en la cabeza. Su cuadrilla fue acosada por los medios, que no les dieron tregua, siguiéndolos desde sus casas hasta el Saburdi en la calle Dato, donde apenas podían tomar un vino en paz. Nadie tenía ánimo para hablar, pero la insistencia de los periodistas rompió el silencio. Jota, uno de los amigos, expresó entre tragos su incredulidad y dolor. Cuando apareció Germán, el hermano de Unai, su enanismo lo delató y fue perseguido por las cámaras hasta el baño, donde cerró la puerta en sus narices antes de soltar un seco insulto. Vitoria entera estaba en shock. Unai, narrando desde su mente herida, reconoce que nunca imaginó convertirse en víctima del asesino serial que perseguía, y que todo empezó con lo que llamaron el doble crimen del dolmen, obra de una mente criminal excepcional.
Resumen capítulo 1 – El silencio de la ciudad blanca – La catedral vieja
Unai López de Ayala, inspector especializado en Perfilación Criminal, recibe una llamada urgente de su compañera Estíbaliz Ruiz de Gauna en medio de la celebración del día del Blusa en Vitoria. Le informa sobre el hallazgo de dos cadáveres desnudos, un chico y una chica, en la cripta de la Catedral Vieja. La escena del crimen es inquietantemente idéntica a los asesinatos cometidos veinte años atrás, que llevaron a la cárcel a Tasio Ortiz de Zárate, célebre arqueólogo local. Unai recuerda aquellos crímenes que marcaron a su generación, donde las víctimas aparecían emparejadas y con apellidos compuestos alaveses, asesinadas en escenarios arqueológicos. En la escena actual, los cuerpos tienen las manos apoyadas en la mejilla del otro, como entonces, y presentan un pinchazo en el cuello, posible indicio de inyección letal. Una abeja escapa de la boca del cadáver masculino, indicando que podría haberse usado como arma. Unai empieza a sospechar que el asesino ha regresado, o nunca se fue.
Resumen capítulo 2 – El silencio de la ciudad blanca – Los Arquillos
La mañana siguiente al hallazgo en la Catedral, Unai intenta despejar su mente saliendo a correr por el centro de Vitoria. En su ruta se cruza con una misteriosa runner, a la que identifica luego como Blanca. Tras una breve conversación, ella se presenta con un nombre que él detecta como falso. Más tarde, al llegar a comisaría, descubre que Blanca es en realidad Alba Díaz de Salvatierra, su nueva subcomisaria. La investigación comienza a centrarse en el perfil del asesino, quien no ha dejado huellas ni señales de violencia sexual. La causa probable de muerte es asfixia por picaduras de abeja en la garganta, tras haber sido tapadas sus bocas con cinta adhesiva. Se descubre que los crímenes siguen el patrón de hace veinte años, con víctimas de veinte años y posible continuidad cronológica. Unai y Estíbaliz sospechan que se aproxima una nueva víctima de veinticinco años y discuten si deben alertar al público, lo cual la subcomisaria rechaza por temor al pánico.
Resumen capítulo 3 – El silencio de la ciudad blanca – Zaballa
Unai recibe un inquietante correo electrónico enviado desde una cuenta llamada "Fromjail", firmada por Tasio Ortiz de Zárate desde prisión. Pese a las advertencias de seguridad, Unai decide acudir a la cárcel de Zaballa, donde se encuentra con un Tasio envejecido y perturbador, pero aún manipulador. Tasio insiste en su inocencia por los asesinatos de hace veinte años y se ofrece a ayudar en la investigación de los nuevos crímenes. Habla con conocimiento profundo del caso original y aporta datos que no trascendieron a la prensa, como el uso de veneno de tejo. Afirma que los crímenes siguen una cronología histórica de Álava, insinuando que habrá nuevas víctimas. Tasio quiere demostrar su inocencia y recuperar su estatus, mientras Unai observa su perfil con escepticismo, notando su ira incontrolada, lo cual no encaja con el asesino meticuloso que buscan. Aunque desconfía, Unai no descarta utilizar su ayuda para atrapar al verdadero culpable.
Resumen capítulo 4 – El silencio de la ciudad blanca – El palacio de Villa Suso
En un salto al pasado, en 1969, se narra un episodio clave protagonizado por Blanca Díaz de Antoñana, una joven prometida al influyente Javier Ortiz de Zárate. Caminando sola por las nevadas calles de Vitoria, Blanca intenta suicidarse lanzándose desde las escaleras del Palacio de Villa Suso. El doctor Álvaro Urbina, ginecólogo recién instalado en la ciudad, la sigue por preocupación y la salva en el último segundo. Blanca confiesa haber sido víctima de agresiones por parte de su prometido, quien ha reaccionado con violencia tras enterarse de un escándalo de su juventud. Urbina, casado y atrapado en una vida que no desea, se siente profundamente conmovido por ella. A pesar de su negativa inicial, Blanca deja una puerta abierta a una futura relación de confianza. Aquella noche, el médico, abrumado por la impotencia y la rabia, toma una decisión silenciosa y firme: asesinar a Javier Ortiz de Zárate, convencido de que es la única forma de salvar a Blanca.
Resumen capítulo 5 – El silencio de la ciudad blanca – La casa del Cordón
Unai se reúne con Estíbaliz en el bar Toloño para repasar el caso, pero la aparición de otros dos cadáveres en la Casa del Cordón interrumpe la comida. Las nuevas víctimas, también un chico y una chica, presentan idéntica disposición y muerte que las anteriores: desnudos, orientados al noroeste, con eguzkilores a su alrededor y signos de picaduras de abeja. El chico luce tatuajes y un físico cuidado; la chica parece común, lo que refuerza la idea de que no se conocían. La doctora Guevara confirma la misma causa de muerte: asfixia por picaduras en la garganta. Más tarde, Unai se encuentra con un periodista de confianza y le promete filtrarle información antes que a otros medios. De vuelta en comisaría, informa a la subcomisaria del correo de Tasio y de su visita a prisión. Junto a Estíbaliz, presentan tres teorías: que Tasio sea el inductor, que Ignacio —su hermano gemelo— sea el asesino, o que exista un imitador externo. Todas las opciones son inquietantes.
Resumen capítulo 6 – El silencio de la ciudad blanca – Calle Dato, 2
Unai Ayala inicia su jornada con un provocador tuit de Tasio, pero el foco cambia rápidamente hacia Ignacio, el hermano gemelo del encarcelado, quien acapara atención mediática al participar en un evento gastronómico de alto perfil. Unai y Estíbaliz asisten al acto, impresionados por el carisma de Ignacio. Tras ayudarlo a escapar del acoso de la prensa, lo acompañan a su piso en la calle Dato. Allí, Ignacio revela detalles sobre su pasado como inspector, la entrega de su hermano y su relación con Inés Ochoa, la poderosa directora de televisión. El piso, decorado simétricamente, revela obsesiones y tensiones no resueltas. Durante una larga conversación, Ignacio comparte recuerdos de los rituales paganos que obsesionaban a Tasio y la influencia de un joven radical. Aunque colabora con la investigación, Ignacio mantiene cierta reserva, y Unai percibe en él una profunda dualidad emocional. El capítulo deja sembrada la sospecha sobre su equilibrio y posibles vínculos con el nuevo caso.
Resumen capítulo 7 – El silencio de la ciudad blanca – Villaverde y los ecos del pasado
Unai se refugia en Villaverde, su pueblo natal, donde lo esperan su abuelo y su hermano Germán. Allí, entre avellanos y tareas del campo, revive el calor familiar y encuentra consuelo temporal lejos del caso. Germán y su novia Martina aportan una normalidad que Unai anhela. Germán, siempre observador, advierte a su hermano del peligro de obsesionarse con el caso y le pide que se proteja emocionalmente. Unai reflexiona sobre su propio pasado, las razones por las que eligió esta profesión y la herencia de valores de su abuelo, un hombre firme y justo. El trabajo manual y el paisaje rural le ofrecen una tregua mental, aunque los recuerdos y preocupaciones siguen latentes. A través del vínculo con su familia, el lector comprende la dimensión humana del inspector y cómo la pérdida y la culpa modelan su carácter. Villaverde representa un ancla emocional, pero también una pausa antes de sumergirse de nuevo en la oscuridad del caso.
Resumen capítulo 8 – El silencio de la ciudad blanca – La cena en el Matxete
Unai asiste con su cuadrilla a una cena en el restaurante Matxete para celebrar el cumpleaños de su amigo Xabi. El ambiente, sin embargo, está cargado de tensión debido a los asesinatos recientes. Nerea, visiblemente afectada, confronta a Unai exigiéndole respuestas, revelando que toda la ciudad está al borde del pánico. A pesar de sus intentos por mantener la calma, Unai percibe el miedo generalizado y cómo sus propios amigos comienzan a verlo más como policía que como uno de los suyos. Tras la cena, un joven cocinero le entrega en secreto una lista de nombres de su familia por temor a que sean las próximas víctimas. Este gesto, aunque impulsado por el miedo, deja a Unai con una angustiosa sensación de responsabilidad. Más tarde, Lutxo le cuenta que ha estado con el hermano de Estíbaliz, apodado "el Eguzkilore", un personaje con un inquietante pasado relacionado con ocultismo. Unai descubre que este sobrenombre conecta con símbolos presentes en los crímenes.
Resumen capítulo 9 – El silencio de la ciudad blanca – San Prudencio, 1970
En un salto temporal, el capítulo nos traslada a la romería de San Prudencio en 1970, donde el doctor Urbina, su esposa e hijos disfrutan del día festivo. Pero Urbina no está del todo presente; su obsesión por Blanca, una antigua paciente víctima de malos tratos por parte de su marido, lo consume. Al verla entre la multitud, se acerca con disimulo y le entrega medicamentos para aliviar su dolor físico y dormir a su esposo violento, Javier Ortiz de Zárate. Blanca acepta con resignación, revelando que su situación no ha mejorado tras el matrimonio. La lluvia repentina obliga a separarse, pero deja claro que ambos sienten una conexión emocional intensa. A espaldas de la escena, Javier observa con furia contenida, lo que presagia futuras tragedias. Este capítulo amplía el trasfondo trágico de los gemelos Ortiz de Zárate, mostrando que la violencia y el silencio familiar llevan generaciones enraizados en sus vidas.
Resumen capítulo 10 – El silencio de la ciudad blanca – La senda de los secretos
Unai sale a correr por el parque de la Florida, donde se cruza con Blanca, su jefa, y deciden trotar juntos. Durante el recorrido, ambos se despojan de sus roles policiales y comparten confidencias personales: Blanca revela que perdió a su hijo poco antes del parto y que busca en el ejercicio físico una forma de recuperar el control sobre su cuerpo y su vida. Esta conversación humana permite a Unai comprenderla mejor y comenzar a empatizar más allá del ámbito profesional. Ya en comisaría, se revelan datos clave sobre las víctimas: comparten apellido compuesto alavés y fueron asesinadas con un método nuevo, utilizando abejas envenenadas tras ser sedados con Rohypnol. Estíbaliz y Unai entrevistan a Peio, novio de una de las víctimas, quien acusa al padre de su novia de ser inestable y controlador. Los detalles apuntan a que el asesino tiene conocimientos apícolas y planificación meticulosa. El caso se enreda y las conexiones con el pasado se vuelven cada vez más densas.
Resumen capítulo 11 – El silencio de la ciudad blanca – El óptico y las cajas del secreto
Unai Ayala y Estíbaliz visitan al óptico Antonio Fernández de Betoño, padre de una de las víctimas, tras notar actitudes sospechosas. En la óptica, un empleado revela que Antonio ha estado transportando cajas desde el almacén a su domicilio. Acceden a su piso desde una puerta interna, hallando al hombre sereno, con guantes quirúrgicos y rodeado de su colección macabra de ojos en formol. Al mostrarles la habitación de su hija, esta ya está vacía y Antonio expresa su intención de convertirla en sala de exposiciones. Tras interrogarlo, su frialdad y desapego despiertan las sospechas de Estíbaliz. Deciden seguirlo y lo ven dirigirse al vertedero de Gardelegi con una furgoneta blanca. Allí descarga cajas, quemando objetos personales de su hija y recortes de prensa sobre antiguos crímenes. En ese momento lo detienen, sospechando que intenta eliminar pruebas incriminatorias, y lo conducen a dependencias policiales para iniciar un nuevo interrogatorio formal.
Resumen capítulo 12 – El silencio de la ciudad blanca – La interrogación y el error de Kraken
Antonio Fernández de Betoño es interrogado en Lakua mientras Estíbaliz insiste en su culpabilidad. Unai prefiere abordarlo solo, buscando grietas en su serenidad. Antonio explica que coleccionaba recortes desde hace veinte años tras la pérdida del hijo de un amigo en un crimen similar, negando toda implicación. Aporta una coartada: estuvo con su cuadrilla de blusas durante el día del asesinato. El comisario Medina confirma esta versión personalmente y ordena liberarlo con discreción. La subcomisaria Salvatierra reprende a Kraken por el error y le recuerda que están bajo escrutinio internacional. A pesar de ello, Unai insiste en que la clave está en los gemelos Ortiz de Zárate. Salvatierra admite que la prisión protege a Tasio y que las redes sociales están fuera de control. Kraken pide permiso para entrevistarse nuevamente con Tasio, comprometiéndose a no dejarse manipular. La subcomisaria accede. Kraken contacta con un viejo entorno de los gemelos para seguir indagando en su pasado.
Resumen capítulo 13 – El silencio de la ciudad blanca – El pasado oscuro de los Ortiz de Zárate
En 1970, Blanca Díaz de Antoñana visita al doctor Urbina, su médico y amante secreto, para agradecerle por las cápsulas que le han permitido soportar su matrimonio con Javier Ortiz de Zárate. En un gesto de libertad y afirmación personal, ambos inician un encuentro íntimo en el despacho médico, una transgresión de las normas sociales que los han reprimido. Mientras tanto, en el presente, Kraken busca pistas sobre el pasado de Tasio, entrevistando a una exnovia de Ignacio. Ella describe a los gemelos como manipuladores, carismáticos y profundamente unidos desde niños, incluso jugando a intercambiarse identidades. Ignacio, más reservado, fue quien entregó a su hermano cuando comenzó la investigación. Luego, Kraken acude a prisión para hablar con Tasio, quien confirma que muchos admiradores le escriben desde su condena. Kraken le exige las cartas recibidas, creyendo que entre ellas podría estar la clave del imitador. Tasio accede, temiendo que alguien esté preparando una nueva trampa en su contra.
Resumen capítulo 14 – El silencio de la ciudad blanca – Los secretos del pasado y la sombra del dominante
Kraken viaja a la casa familiar en Villaverde y pide al abuelo usar el altillo para examinar antiguos archivos sobre los crímenes de Tasio. Allí desempolva sus viejos recortes y grabaciones, revelando su antigua obsesión por el caso. Al revisar los vídeos, identifica un detalle clave en un episodio de Tasio: una escultura oculta en la ermita de San Vicentejo. Se dirige al lugar de madrugada y confirma la existencia de una figura esculpida de una pareja tumbada, detalle ignorado hasta entonces. Paralelamente, Kraken explora el linaje de los Ortiz de Zárate, descubriendo un oscuro pasado colonial y esclavista por parte del tatarabuelo de los gemelos. Mientras tanto, investiga al joven hacker conocido como MatuSalem, exreo protegido de Tasio, y ahora en libertad, presunto responsable de manejar la cuenta de Twitter que difunde mensajes crípticos. Para obtener más información, Kraken contacta con Golden Girl, una hábil hacker jubilada que le ofrece asistencia al margen de los cauces oficiales.
Resumen capítulo 15 – El silencio de la ciudad blanca – Las confesiones de Kraken y la sombra del dolor
Kraken se cita al amanecer con Alba Salvatierra para correr juntos, pero en realidad busca sincerarse. Le revela un pasado trágico: su mejor amigo Sergio perdió a su esposa y emprendió un viaje obsesivo para visitar todos los pueblos de Álava. En el último, Oyón, se quitó la vida estrellando su coche, llevándose consigo a su esposa Paula, embarazada de mellizos. Kraken, único sobreviviente, quedó marcado por la tragedia. Confiesa que desde entonces se convirtió en experto en perfiles criminales, incapaz de confiar plenamente en los demás. También comparte una experiencia sobrenatural: cree que su abuelo estuvo con él espiritualmente en el accidente, evidenciado por la boina que apareció inexplicablemente en el coche siniestrado. Alba escucha con atención y expone su visión fatalista: que es imposible proteger a todos, pero sí es posible resolver lo anterior. Kraken, en cambio, defiende la prevención como vía para evitar nuevas muertes. Ambos, aunque opuestos en método, comparten una determinación férrea para detener al asesino antes de que vuelva a matar.
Resumen capítulo 16 – El silencio de la ciudad blanca – El ángel de Santa Isabel
Una sofocante mañana del 2 de agosto, Unai y Estíbaliz vigilan el funeral de Enara Betoño en el cementerio de Santa Isabel, buscando pistas sobre los crímenes. Allí, un ángel de piedra en lo alto del panteón de los Unzueta inquieta a Unai con su siniestra presencia. Un sepulturero mutilado le cuenta la leyenda del ángel que señala a quienes morirán pronto. La historia lo estremece, pero se interrumpe cuando Estíbaliz lo llama con urgencia: el periódico ha publicado fotos de los gemelos Ortiz de Zárate teniendo relaciones con Lidia, la menor asesinada años atrás. Estupefacto, Unai comprende que ambos mintieron sobre conocerla. Las imágenes revelan una implicación directa de Tasio e Ignacio, destapando un nuevo escándalo y abriendo otra línea de investigación. La revelación desencadena tensiones entre los investigadores y plantea nuevas preguntas sobre las motivaciones y el pasado oculto de los gemelos.
Resumen capítulo 17 – El silencio de la ciudad blanca – El monte de la Tortilla
En julio de 1970, Blanca mantiene una apasionada relación clandestina con Álvaro, su médico, lejos de su esposo Javier, un hombre posesivo y controlador. Ambos amantes escapan a encuentros íntimos en el Monte de la Tortilla, donde disfrutan de su deseo en el coche de Álvaro, ocultos tras toallas. Blanca propone cambiar los encuentros improvisados por citas en el piso heredado de una tía, ubicado en el centro de Vitoria. Con estrategias meticulosas y códigos para evitar sospechas, planean continuar su romance lejos de miradas ajenas. Blanca teme las consecuencias si su marido descubre la infidelidad, pero no puede renunciar a la pasión que siente por Álvaro. Él, sumiso a sus emociones, acepta los riesgos. Entre caricias, miedos y esperanzas, refuerzan su vínculo. Este episodio del pasado resalta la represión social y los secretos que han marcado a varias generaciones implicadas en la trama del presente, dando contexto a las relaciones y crímenes actuales.
Resumen capítulo 18 – El silencio de la ciudad blanca – La estatua de la calle Dato
Unai confronta a Tasio en prisión tras la revelación del escándalo con Lidia. Tasio admite su relación con ella, reconociendo que primero fue pareja de Ignacio. Afirma que fue amor verdadero y que ambos hermanos amaban a Lidia. Según Tasio, Ignacio no tiene el perfil para matar, pero tampoco lo defiende. Sugiere que hay alguien más detrás, un enemigo que busca destruirlos. La filtración de las fotos, según él, perjudica a los dos y fue planeada por un tercero. La conversación gira hacia las ermitas del triángulo pagano de Treviño, donde un misterioso cantero, Tiburcio Sáenz de Urturi, conocía simbologías medievales presentes en los escenarios de los crímenes. Unai se propone encontrarlo. Por otro lado, Ignacio desaparece y el juez aún no aprueba la orden de captura. Unai interroga al periodista Lutxo sobre las imágenes filtradas, pero topa con el silencio del director del periódico. Suspechas, traiciones y verdades a medias tensionan cada paso.
Resumen capítulo 19 – El silencio de la ciudad blanca – Txagorritxu
Unai visita a Tiburcio Sáenz de Urturi, anciano cantero retirado en una residencia, quien fue clave en la restauración de la ermita de San Vicentejo. Acompañado por Unai, viajan hasta el templo, donde el anciano revela el profundo simbolismo de los relieves esculpidos: representan la historia de Adán y Eva, el Pecado Original y la expulsión del Paraíso. Elementos como flores solares, abejas y un árbol ambiguo (posiblemente un tejo) coinciden con los símbolos presentes en los crímenes. Don Tiburcio sugiere que el templo es un libro pétreo para los iniciados y confirma que tuvo un aprendiz pelirrojo, inteligente, reservado y maltratado por su padre. Sin documentación, su identidad permanece oculta. Esta revelación da a Unai una pista clave: el asesino conoce bien el simbolismo alquímico. Tiburcio, aunque reacio, deja claro que protegerá al aprendiz. Unai se marcha sabiendo que, al fin, tiene una pista valiosa sobre la identidad del verdadero asesino.
Resumen capítulo 20 – El silencio de la ciudad blanca – El mural del Campillo
Gracias a la hacker Golden, Unai localiza a MatuSalem, el joven hacker vinculado a Tasio, entre los voluntarios que pintan el mural “El triunfo de Vitoria” en el Campillo. Lo confronta en el andamio y el chico, brillante y esquivo, confirma que no cree en la culpabilidad de Tasio. Asegura que el recluso le salvó la vida en prisión al protegerlo de agresores sexuales. Aunque receloso, acepta ayudar a Unai si puede hacerlo sin delatarse, prometiendo entregar una lista de seguidores sospechosos del perfil de Tasio en Twitter. MatuSalem le revela el significado del mural: trata de la fidelidad y las trampas, reflejando su propia lealtad. Luego, desaparece sin dejar rastro. Unai, frustrado pero intrigado, queda convencido de que el asesino ha trazado una narrativa simbólica y meticulosa en cada crimen. El capítulo cierra con la certeza de que el enemigo es inteligente, paciente y ha planificado su obra con una precisión escalofriante.
Resumen capítulo 21 – El silencio de la ciudad blanca – General Álava, 2
En julio de 1970, Javier Ortiz de Zárate, poderoso empresario de Vitoria, se ve envuelto en una trama de desconfianza hacia sus socios y frustración con su esposa Blanca, a quien culpa por su infertilidad. Sospechando que ella oculta un problema de salud, Javier decide investigar con ayuda de su chofer Ulises, llegando incluso a plantear la anulación del matrimonio. La tensión con Blanca se intensifica, pero lo más alarmante sucede cuando Javier comienza a sentir un extraño malestar físico. Mientras se encuentra solo en su habitación, sufre un vómito de sangre y cae inconsciente. Paralelamente, el doctor Urbina recibe una llamada urgente de Blanca informándole de la grave intoxicación de su marido. La conversación entre ellos revela una oscura complicidad: Blanca llevaba meses administrándole una sustancia proporcionada por Urbina, quien asegura que no es rastreable. La noticia del ingreso de Javier apenas aparece en la prensa, y el médico, consumido por el temor y la adicción, se abandona a la morfina y al silencio.
Resumen capítulo 22 – El silencio de la ciudad blanca – El parque natural del Gorbea
El 3 de agosto, Estíbaliz alerta a Unai sobre un incendio sospechoso en un caserío propiedad de Ignacio Ortiz de Zárate. Al llegar, descubren que el fuego fue provocado en una zona específica del terreno, donde Estíbaliz identifica restos calcinados que parecen haber sido colmenas. Deduce que Ignacio intentó destruir pruebas relacionadas con los asesinatos, ya que las abejas podrían haber sido el arma homicida. Aunque el fuego ha borrado casi todo rastro, las marcas en la tierra, el uso de acelerantes y la orientación de las llamas indican intencionalidad. Unai y Estíbaliz recorren caminos del Parque Natural buscando indicios en contenedores cercanos. Finalmente, encuentran una bolsa con equipo apícola, incluyendo un ahumador y trajes usados, lo que confirma que Ignacio tenía colmenas activas. La conexión entre las abejas y los asesinatos es clara, y el hallazgo abre nuevas líneas de investigación, revelando que Ignacio podría ser mucho más que un simple empresario vinculado a productos de miel.
Resumen capítulo 23 – El silencio de la ciudad blanca – La procesión de los Faroles
En plena víspera de las Fiestas de la Virgen Blanca, Unai y Blanca, cada vez más cercanos emocionalmente, comparten un momento íntimo y cargado de tensión sobre el tejado del edificio de él, desde donde observan la tradicional procesión de los Faroles. En medio del ambiente casi onírico, la atracción entre ellos se intensifica, hasta que un grito interrumpe la magia. Desde su posición, observan el caos en la plaza: han descubierto dos cuerpos desnudos a los pies de la Virgen Blanca. Alba retoma su rol profesional y baja para encargarse del escenario del crimen. Unai, escondiendo su relación con ella, se une después a la escena, donde se confirma que los asesinatos siguen un patrón cada vez más simbólico y brutal. Los cadáveres están dispuestos bajo un triángulo de eguzkilores, con señales del veneno de las abejas. Unai repite su plegaria interior y entiende que esta vez el mensaje del asesino es más claro y perturbador que nunca.
Resumen capítulo 24 – El silencio de la ciudad blanca – El rosario de la aurora
En agosto de 1970, Álvaro Urbina asiste al rosario con su esposa Emilia, aún afectado por la fallida sobredosis y la ausencia de Blanca. En la procesión, se encuentra inesperadamente con Blanca y Javier, quienes lo saludan como si nada hubiese ocurrido. Álvaro nota síntomas físicos en Blanca que indican embarazo, confirmados por Javier con entusiasmo. Días después, Blanca visita su consulta y le confirma la noticia. Aunque Álvaro duda de la paternidad, ambos deciden que él continuará el control del embarazo, fingiendo normalidad ante Javier. La enfermera Felisa, que ha escuchado la conversación, les asegura su silencio, pero le advierte al doctor sobre el carácter peligroso del empresario. En cada visita mensual, Blanca y Álvaro se distancian emocionalmente. En otoño, la relación entre ellos se enfría, enfocándose solo en el seguimiento médico. Una llamada silenciosa marca una nueva cita en el piso de General Álava, donde se reencuentran físicamente por última vez, tratando de hallarse entre el miedo, el deseo y la culpa compartida.
Resumen capítulo 25 – El silencio de la ciudad blanca – La balconada de San Miguel
Tras los asesinatos ocurridos durante la procesión, las redes sociales estallan, bautizando los hechos como “El crimen de la Virgen Blanca” y convirtiendo a Vitoria en foco internacional. Ignacio Ortiz de Zárate es señalado por su desaparición, mientras la subcomisaria Salvatierra convoca una reunión de urgencia. Identifican rápidamente a las víctimas: Mateo Ruiz e Irene Martínez, ambos de treinta años, sin antecedentes y con vidas normales. El patrón se repite: gente confiada y fácil de engañar, asesinados sin resistencia. Unai expone su teoría sobre un posible vínculo simbólico entre los crímenes y la iconografía masónica observada en la ermita de San Vicentejo. Cree que el asesino se inspira en símbolos medievales descifrados por un restaurador y que estos escenarios son su interpretación personal del mundo. Aunque Estíbaliz se muestra escéptica, Alba reconoce la necesidad de explorar esa línea. Mientras tanto, la ciudad está paralizada por el miedo y el asesino parece llevar siempre la delantera.
Resumen capítulo 26 – El silencio de la ciudad blanca – El paseo de Miraconcha
Al día siguiente de los asesinatos, Unai recibe una videollamada del abogado de Ignacio, quien se encuentra confinado voluntariamente en San Sebastián desde el 3 de agosto. Para probar su inocencia, presenta grabaciones que lo muestran bajo vigilancia constante, lo cual lo exime como autor material de los últimos crímenes. Aunque el grupo investigador lo descarta como ejecutor, aún lo consideran posible instigador. Durante el interrogatorio, Ignacio se niega a responder sobre su relación con Lidia, mientras Unai lo confronta sobre la traición a su hermano Tasio y la manipulación de pruebas. Ignacio estalla de ira y se interrumpe brevemente la videollamada. El equipo se debate entre aceptar su coartada o seguir investigándolo. Aunque ha dado un paso astuto legalmente, su frialdad y evasión refuerzan las sospechas. Tras la reunión, Unai recibe un misterioso mensaje de Tasio desde prisión, quien afirma haber descubierto una conexión crucial y pide verle de inmediato, insinuando que el tiempo es vital.
Resumen capítulo 27 – El silencio de la ciudad blanca – Las torres de Honduras
En octubre de 1970, Álvaro Urbina es asaltado por tres hombres frente a su edificio. Aunque simulan un robo, la brutal paliza y la navaja hundida en su muslo revelan una amenaza personalizada. Reconoce en las sombras al chofer de Javier Ortiz de Zárate, deduciendo que el ataque fue una advertencia. Aterrorizado, cambia su vida: evita salir solo, limita los movimientos de su familia y esquiva las calles del centro. En la siguiente visita médica, Javier acude con Blanca, ahora con un embarazo avanzado. Álvaro, humillado, confirma la gestación de gemelos y oculta la verdad médica sobre su origen, temiendo por su vida. Tras marcharse el empresario, Blanca regresa sola y descubre la cicatriz del ataque. Álvaro le confiesa su deseo de huir a América tras el parto, dejar todo atrás, incluyendo a su familia. Ambos son conscientes de que su historia está condenada, pero comparten una última confesión entre el dolor, el miedo y una ciudad que nunca olvida.
Resumen capítulo 28 – El silencio de la ciudad blanca – Zugarramurdi
Unai acude a prisión para reunirse con Tasio, quien le muestra cartas antiguas y revela información clave sobre un posible sospechoso: Eneko Ruiz de Gauna, hermano de Estíbaliz. Tasio describe una experiencia traumática vivida con Eneko en Zugarramurdi, donde realizaron un rito esotérico bajo los efectos de una droga alucinógena. Eneko, obsesionado con lo oculto y las drogas, se mostraba como un individuo peligroso desde joven. La conversación da un giro cuando Tasio afirma que Eneko, apodado Eguzkilore o El Hierbas, fue quien subió las imágenes de los últimos crímenes a internet y estaba presente cerca de la escena. Unai queda impactado por la conexión personal de Estíbaliz con el sospechoso. Al confrontarla, ella intenta defender a su hermano, pero Unai le expone múltiples coincidencias. La tensión emocional entre ambos crece, y aunque Unai duda de su hipótesis, decide que debe hablar con Eneko y seguir investigando pese a las consecuencias personales.
Resumen capítulo 29 – El silencio de la ciudad blanca – El palacio de los Unzueta
Durante una histórica nevada en febrero de 1971, el doctor Urbina es llamado con urgencia al domicilio de los Ortiz de Zárate para asistir el parto de Blanca, esposa del poderoso Javier. Ante la imposibilidad de trasladarla por el colapso de las vías, realiza el parto en la misma casa con ayuda de su enfermera Felisa. Nacen dos gemelos sanos, pero para sorpresa de todos, aparece un tercer bebé, también varón, inesperado y con una melena pelirroja idéntica a la del doctor. El niño no se parece a sus hermanos ni a Javier. Felisa, consciente del peligro que representa para la familia la existencia del bebé diferente, propone entregarlo a una familia en Izarra de manera clandestina. Blanca, agotada, acepta la decisión para proteger a los otros hijos. El doctor, temiendo por sus vidas, accede. Felisa se marcha por la puerta trasera con el niño, justo antes de que Javier entre a comprobar que todo está “normal”. Así se inicia un terrible secreto familiar que marcará el destino de todos.
Resumen capítulo 30 – El silencio de la ciudad blanca – La casa de las jaquecas
Unai, afectado por la sospecha sobre Eneko y el distanciamiento con Estíbaliz, pasa un fin de semana introspectivo. Corre de madrugada por Vitoria hasta encontrarse con Alba. Bajo una mezcla de tensión y deseo, terminan teniendo sexo intenso en el portal de Unai, impulsados por una necesidad compartida de evasión y desahogo. Aunque se prometen no repetirlo, ambos quedan emocionalmente tocados. Al regresar a su casa, Unai enfrenta por fin la realidad de su estancamiento emocional. Se da cuenta de que aún vive atrapado en el recuerdo de su esposa Paula y sus hijos fallecidos. Decide guardar todos sus recuerdos en una caja, rotulada con sus nombres, como un primer paso para seguir adelante. Vuelve a la sede policial intentando recuperar el control, mientras Estíbaliz le informa de que Tasio saldrá de prisión. Lo ve en televisión, saliendo con una puesta en escena espectacular. Ese mismo día, Unai se prepara para confrontar finalmente a Eneko, decidido a esclarecer de una vez su implicación en los crímenes.
Resumen capítulo 31 – El silencio de la ciudad blanca – La torre de doña Otxanda
Unai visita la herboristería de Eneko, ubicada en la torre de doña Otxanda. Encuentra un lugar recargado de objetos esotéricos y simbolismos. Eneko lo recibe con actitud desafiante y entre ironías. Ambos mantienen una tensa conversación sobre ocultismo, Zugarramurdi y su pasado con Tasio. Eneko niega haber trabajado en San Vicentejo y resta importancia al ritual traumático del pasado. Sin embargo, cuando Unai lo acusa de manipular a Estíbaliz y mencionan su turbulenta infancia, la tensión estalla. La discusión sube de tono hasta que Estíbaliz irrumpe inesperadamente y escucha cómo ambos hombres hablan de ella, sintiéndose traicionada. Sale corriendo, enfurecida y dolida. Unai la sigue, pero no logra alcanzarla. Al regresar a la tienda, descubre que Eneko ha desaparecido sin dejar rastro, dejando el local abierto. Su repentina huida levanta aún más sospechas y refuerza la necesidad de encontrar respuestas, mientras la tensión entre Unai y Estíbaliz se vuelve casi irreparable.
Resumen capítulo 32 – El silencio de la ciudad blanca – Izarra
Retrocedemos al parto de los trillizos Ortiz de Zárate. Blanca, debilitada, da a luz al tercer bebé, el niño pelirrojo, bajo la supervisión del doctor Urbina y Felisa. Ambos son conscientes de que Javier, su marido, no aceptaría un hijo que no se le parece. Temiendo por sus vidas, Felisa propone entregar al niño en secreto a una familia de Izarra. Blanca, resignada, accede. El doctor vacía su maletín y Felisa se lleva al bebé sin ser vista. Cuando Javier entra, le muestran solo a los dos gemelos rubios. Urbina, aún conmocionado, abandona el domicilio. Semanas después, su desaparición se convierte en un simple suceso de prensa. Nadie vuelve a hablar de él. Su sustituto llega desde Bilbao y la historia se entierra con el silencio de quienes fueron testigos. Este capítulo revela el origen del "niño oculto" y confirma que el tercer hermano Ortiz de Zárate creció lejos, oculto de su familia biológica, lo que añade una pieza clave al misterio que ahora investiga Unai.
Resumen capítulo 33 – El silencio de la ciudad blanca – El caminante
Unai y Alba se reencuentran en secreto en los jardines del palacio de los Unzueta. Discuten con pasión y frustración, pero terminan abrazándose y pasando un rato íntimo en casa de él, simplemente durmiendo juntos. Más tarde, mientras Unai trabaja, recibe una llamada de Germán, su hermano, preocupado por Martina, que no ha dado señales. Estíbaliz y Unai acuden al último paseíllo de fiestas, donde descubren dos cuerpos cubiertos por una sábana frente a la estatua del Caminante. Al destaparlos, se confirma que uno de ellos es Eneko. El otro, para horror de Unai, es Martina. Devastado, intenta calmar a Estíbaliz y contener la escena pública. Llama a Germán, intenta mantener la compostura, pero no puede evitar el dolor. El impacto emocional es demoledor. Lo personal ha invadido por completo la investigación, y el asesino ha demostrado que no tiene límites. Con Eneko muerto, las hipótesis de Unai se tambalean, y el caso da un giro trágico e inesperado.
Resumen capítulo 34 – El silencio de la ciudad blanca – El parque del Prado
Devastado por la muerte de Martina, Unai sufre un ataque de ansiedad en los baños del Palacio de Justicia. Alba lo encuentra y le ofrece apoyo, pero él se escabulle antes de ser ingresado. Recorre Vitoria con el alma rota hasta que llama a Germán para darle la noticia. La conversación es desgarradora: Germán rompe en llanto y Unai se siente culpable por haber fallado a todos. El resto del día lo ocupa organizando trámites funerarios, informando a la cuadrilla y encargando los detalles del entierro. El abuelo se moviliza para apoyar a Germán, demostrando una vez más su fortaleza. Unai, incapaz de afrontar más dolor, intenta seguir adelante, aunque todo a su alrededor se desmorona. Recibe una llamada de Mario Santos, el periodista, quien por primera vez le habla con afecto sincero. El asesinato de Martina golpea a toda la comunidad, y Unai se enfrenta a la cruel ironía de que la vida que Martina había recuperado tras vencer el cáncer se viera arrebatada de forma brutal.
Resumen capítulo 35 – El silencio de la ciudad blanca – La cruz del Gorbea
En una emotiva ceremonia pagana, Estíbaliz lleva las cenizas de Eneko a la cruz del monte Gorbea. Le acompaña un grupo variopinto de fieles y amigos del Eguzkilore. Pese a que escalar la cruz está prohibido, ella e Iker suben con determinación, desafiando todo. Al llegar, sueltan las cenizas entre una plaga de mariquitas que cubre la estructura, creando una imagen inquietante. El acto simboliza el vínculo entre Eneko y lo místico. De regreso, Estíbaliz y Unai se enfrentan por fin. Ella lo culpa directamente de la muerte de su hermano. La pelea es intensa, física y emocional, y acaba con Esti gritando su dolor y descargando su rabia sobre Unai. Más tarde, ambos acuerdan que seguirán con la investigación: el asesino ha cruzado todos los límites. Tasio vuelve a estar bajo sospecha. Tras el funeral de Martina, Germán, Unai y el abuelo permanecen solos frente al nicho. La pérdida pesa. Sin embargo, en medio del duelo, Unai se reencuentra con el valor de la familia y el apoyo silencioso de quienes siempre están ahí.
Resumen capítulo 36 – El silencio de la ciudad blanca – Salburua
La subcomisaria Salvatierra lleva a Unai y Estíbaliz a Salburua para hablar lejos de miradas ajenas. Les revela la presión institucional por las recientes muertes y cuestiona si deben seguir a cargo del caso, dudando de su objetividad emocional. Unai defiende su postura, asegurando que el asesino los vigila y ha atacado a sus seres queridos porque estaban cerca de descubrir algo. Salvatierra les da una semana más. Tras regresar a Lakua, Unai y Estíbaliz visitan el cementerio de Santa Isabel para interrogar al sepulturero, quien les relata una paliza brutal protagonizada por los gemelos Ortiz de Zárate contra un joven pelirrojo durante el entierro de su madre en 1989. El chico fue arrojado a una fosa común y luego rescatado por el sepulturero, quien lo ocultó varios días en su caseta. Sin nombre ni denuncia registrada, el único dato útil es que el joven compró un billete hacia Izarra, un pequeño pueblo al norte.
Resumen capítulo 37 – El silencio de la ciudad blanca – El paso del Duende
Unai y Alba se citan secretamente en el Paso del Duende, un túnel solitario de Vitoria. Preocupada, ella teme que el asesino lo esté eligiendo como próximo objetivo al acercarse su cumpleaños, lo que lo incluiría en el patrón de edad de las víctimas. Unai, irritado por la desconfianza de Alba y por sus evasivas sentimentales, insiste en que está preparado para enfrentar al asesino. La tensión emocional entre ambos estalla hasta que Alba se marcha molesta. Más tarde, Unai canaliza su frustración haciendo ejercicio y luego se cita con Aitana, la exnovia de Ignacio. Ella, embarazada y más abierta, termina confesando que los gemelos atacaron al joven pelirrojo en el cementerio porque afirmó ser su hermano, hijo ilegítimo de su madre con otro hombre. Lo llamaban Venancio y aseguraba ser trillizo. Aunque su aspecto no coincidía con los gemelos, ese día tocó un punto sagrado que desató su brutalidad.
Resumen capítulo 38 – El silencio de la ciudad blanca – El camino de las Tres Cruces
Unai y Estíbaliz intentan sin éxito rastrear a “Venancio”, el supuesto tercer hijo de Blanca Díaz de Antoñana, en los registros de Álava. Frustrados, deciden esperar hasta el día siguiente para poder actuar contra Tasio si no regresa a prisión. Unai, en su cumpleaños, decide pasarlo con su abuelo en Villaverde, alejándose de las tensiones en Vitoria. Comparten una noche contemplando las Perseidas en el Camino de las Tres Cruces, donde el abuelo le regala una pieza de madera tallada con la silueta de la sierra. Al día siguiente, lo lleva a visitar a su tía abuela Felisa, antigua enfermera, quien finalmente confirma que Blanca tuvo trillizos. Uno fue entregado en secreto a una familia de Izarra para protegerlo del violento Javier Ortiz de Zárate, su esposo. El bebé fue dado a los Lopidana, apicultores del pueblo. Aunque Felisa desconoce si lo llamaron Venancio, confirma su aspecto pelirrojo y su parecido con el médico Urbina.
Resumen capítulo 39 – El silencio de la ciudad blanca – El tejo de doña Lola
Blanca Díaz de Antoñana viaja sola y enferma a Izarra en marzo de 1989 para encontrar al hijo que entregó al nacer. Encuentra a Nancho, un joven pelirrojo que vive con los Lopidana y trabaja como peón de colmenas. Al verlo, reconoce de inmediato sus rasgos, tan parecidos al médico Urbina. Nancho, desconfiado, escucha la historia de Blanca: él es su hijo biológico, separado al nacer para protegerlo del esposo violento de ella. Blanca le promete integrarlo a su vida, darle su apellido y parte de la herencia. Nancho, desconcertado, guarda silencio. Días después, descubre en el periódico la esquela de Blanca y corre a Vitoria para asistir a su entierro. Encuentra a sus hermanos frente a la tumba, intenta hablar con ellos y es brutalmente golpeado. Herido y humillado, es rescatado por el sepulturero y se refugia en su caseta. Decide no denunciar. El mundo que le prometieron se derrumbó en unas pocas horas.
Resumen capítulo 40 – El silencio de la ciudad blanca – Calle Dato, 1
Unai y Estíbaliz irrumpen en el piso de Tasio en la calle Dato tras descubrir que no se ha presentado en prisión. Encuentran su tobillera cortada con restos de sangre, lo que indica una posible fuga forzada. La casa muestra signos de reciente actividad, pero ningún rastro del exconvicto. Al investigar el edificio descubren una posible vía de escape por las Galerías Ítaca, una entrada trasera poco vigilada. Mientras informan a la subcomisaria, reciben una segunda alarma: Ignacio Ortiz de Zárate también ha desaparecido, tras recibir una llamada que lo alteró profundamente. Su abogado asegura que se fue con su pasaporte, lo que apunta a una fuga premeditada o una trampa. Las autoridades inician la búsqueda de ambos hermanos, pero la incertidumbre es total. ¿Son víctimas o cómplices? La presión mediática y el desconcierto se intensifican. La policía teme que el asesino esté ejecutando una venganza perfectamente planeada. Todo parece haber cambiado de manos.
Resumen capítulo 41 – El silencio de la ciudad blanca – El puerto de Aiurdin
Tres días después de la paliza, Nancho regresa a Izarra por el puerto de Aiurdin, dolorido y humillado. Espera una reconciliación, pero su familia lo recibe con desprecio. Su padre lo golpea brutalmente con el cinturón, acusándolo de robar y desaparecer. Durante la paliza, Nancho recuerda las palabras de Blanca: “nunca es culpa tuya”. Por primera vez en su vida, se ríe, como un acto de rebeldía. Decide marcharse, pero antes cumple por última vez con su rutina: acuesta a sus hermanos, cepilla sus dientes y organiza sus cosas. Luego roba dinero del caserío y lo prepara todo para desaparecer. Deja atrás los abusos, el desprecio y los golpes. Con libros ocultos entre las colmenas y combustible en la mochila, planea incendiar su vida pasada. Su mente se llena de odio y de un objetivo: convertirse en alguien poderoso, temido, que controle su destino. Es el nacimiento del monstruo que cambiará el curso de la historia.
Resumen capítulo 42 – El silencio de la ciudad blanca – El incendio de Izarra y el fantasma del estudiante
Unai y Estíbaliz descubren nuevas pistas al investigar el incendio ocurrido en 1989 en Izarra, en el que murieron Venancio Lopidana, su esposa Regina y dos hijos pequeños. Estíbaliz indaga en los Registros Civiles y encuentran una posible conexión con una adopción ilegal. En Izarra, vecinos confirman que el matrimonio murió con sus hijos en un incendio sospechoso. Unai y Estíbaliz consultan el expediente original y observan un patrón idéntico al del asesino actual: las víctimas aparecieron con las manos puestas sobre las mejillas del otro. Este detalle sugiere que el incendio fue el primer crimen del asesino. Acuden a la antigua jefa del retén, Txusa, quien asegura que siempre creyó que fue un asesinato y no un accidente. Ella recuerda pijamas arrojados por la ventana y detalles que nunca fueron investigados. Deciden seguir la pista del joven pelirrojo, Nancho, que vivía con los Lopidana y que desapareció justo antes del incendio, apuntando a que podría estar detrás de todo.
Resumen capítulo 43 – El silencio de la ciudad blanca – El monumento a la Batalla de Vitoria
Unai y Alba deciden poner fin a su relación clandestina, asumiendo que no pueden continuar viéndose a escondidas sin poner en riesgo sus carreras y vidas personales. Mientras tanto, Unai contacta con su amiga Golden para seguir la pista de Nancho Lopidana, quien parece haberse desvanecido sin dejar rastro. Golden localiza un registro en una academia nocturna de Pamplona donde un tal Nancho aprobó el graduado escolar. Estíbaliz, por su parte, descubre datos de la hemeroteca sobre la familia Ortiz de Zárate y el doctor Urbina, con teorías sobre venganza y desaparición que no terminan de convencer a Unai. El inspector se enfoca entonces en Inés Ochoa, exdirectora de televisión, quien revela información clave sobre la dinámica de los gemelos y sus traumas, especialmente los de Ignacio. También señala la influencia manipuladora de la prensa escrita local, lo que lleva a Unai a sospechar de su amigo Lutxo. Con nuevos indicios, decide enfrentarlo directamente para obtener respuestas sobre el origen de ciertas imágenes filtradas a los medios.
Resumen capítulo 44 – El silencio de la ciudad blanca – Academia Hemingway
Unai y Estíbaliz llegan a Pamplona y visitan la Academia Hemingway, donde confirman que Nancho Lopidana estudió y aprobó el graduado escolar sin documentación oficial. La anciana directora revela que hizo una excepción porque el joven era extremadamente aplicado y venía de una situación familiar dura. Describen a Nancho como pelirrojo, de baja estatura y con un carácter reservado que fue cambiando con el tiempo. Tras revisar archivos, encuentran su ficha, pero sin foto ni DNI, lo que refuerza la teoría de que estaba indocumentado. La mujer les da la dirección del hostal donde vivió Nancho, y ambos se dirigen allí para continuar con la investigación. En la pensión descubren que la única habitación libre es una compartida. Tras una cena relajada, Estíbaliz le revela a Unai que sabe de su relación con Alba y, en una charla íntima, confiesa haber roto con Iker. Finalmente, le ofrece una droga bloqueante para protegerlo contra un posible ataque con Rohypnol, pero él la rechaza con enojo.
Resumen capítulo 45 – El silencio de la ciudad blanca – El parque de Arriaga
La mañana siguiente, el dueño del hostal revela a Unai y Estíbaliz que Nancho murió en un incendio accidental en la misma habitación que ellos ocuparon, lo que da origen a la leyenda del “fantasma del estudiante”. Intrigados por tantas coincidencias, los inspectores solicitan el informe del caso a la Policía Foral de Navarra. El expediente resulta escueto: el cuerpo fue identificado por el dueño del hostal y presentaba quemaduras en rostro y manos, impidiendo cualquier identificación fiable. El compañero de habitación de Nancho desapareció la misma noche, pero no fue investigado. Unai sospecha que el muerto podría haber sido ese compañero, no Nancho. De vuelta en Vitoria, recibe una llamada del abogado de Ignacio Ortiz de Zárate, quien le revela que su cliente portaba un sistema GPS sofisticado que fue desconectado. Para rastrear la señal, Unai contacta con MatuSalem, su colaborador hacker. Justo después, experimenta una alucinación con su cuñada fallecida y confronta furioso a Estíbaliz, descubriendo que esta le había drogado sin su consentimiento. Tras una tensa discusión, ambos se distancian definitivamente.
Resumen capítulo 46 – El silencio de la ciudad blanca – El casco antiguo
Unai recibe una llamada de Saioa, la recepcionista del hostal, quien lo pone en contacto con su abuelo, el antiguo dueño. El anciano revela que Nancho no estaba solo: compartía habitación con un estudiante de Periodismo que desapareció la misma noche del incendio. Ambos eran inseparables, y Nancho terminó imitando el estilo de su compañero. Al revisar viejas fotos, Unai ve una transformación alarmante: Nancho adoptó por completo la apariencia del otro joven. El nombre del desaparecido resulta ser Mario Santos, y su identidad fue usurpada por Nancho. En la ficha del hostal figura el mismo DNI que hoy pertenece al periodista Mario Santos de El Correo Vitoriano. Unai confirma que el verdadero Mario murió y que Nancho asumió su vida, accediendo así a medios, edificios históricos y manipulando la opinión pública con envíos anónimos de pruebas a la prensa. Estíbaliz confirma que el DNI coincide. Deciden organizar un operativo para detenerlo, mientras Unai llama a Alba, sin poder contarle aún toda la verdad. La caza del asesino ha comenzado.
Resumen capítulo 47 – El silencio de la ciudad blanca – El secuestro en San Vicentejo
Unai Ayala, gracias a la ayuda de MatuSalem, recibe la ubicación de la señal GPS de Ignacio y deduce que el asesino los tiene secuestrados en la ermita de San Vicentejo. Sospecha que Mario Santos, el periodista y esposo de Alba, es el culpable. Al llegar a la ermita, la encuentra vacía, pero su abuelo aparece misteriosamente y le señala Ochate como el escondite. Mientras el abuelo explica haber escuchado rumores antiguos de luces en la zona, Unai deduce que Mario ha estado usando una antigua borda en ese pueblo abandonado. Con su pistola y chaleco antibalas, Unai inicia la búsqueda solo. El ambiente tenso y desolado del lugar aumenta su ansiedad, especialmente cuando el móvil de Alba no responde. Al revisar el interior de la ermita y no hallar nada, se da cuenta de que el asesino podría estar ocultando a las víctimas en otra estructura. El capítulo cierra con la certeza de que Ochate es la clave.
Resumen capítulo 48 – El silencio de la ciudad blanca – La madriguera del raposo
Unai se adentra en Ochate acompañado por su abuelo, quien sugiere que el asesino podría ocultarse en una borda con acceso a agua y generador. Mientras exploran, encuentran una construcción antigua con puerta moderna. Descubren un pequeño ventanuco por el que Unai logra entrar y se encuentra con pruebas abrumadoras: ropa de las víctimas, informes detallados sobre los edificios donde se planeaban los próximos asesinatos, móviles de desaparecidos y eguzkilores. En un pajar, halla a Ignacio e inconsciente a Tasio, deshidratados y débiles. Ignacio revela que Mario planeaba matarlos como parte de su patrón de crímenes por edades. Unai llama a Estíbaliz para pedir refuerzos y se prepara para liberar a los gemelos. Justo cuando intenta romper la cadena del candado, Mario lo sorprende por detrás e inyecta una droga. Desorientado y debilitado, Unai es obligado a desnudarse y se enfrenta a una posible muerte junto a Alba, aparentemente muerta. El capítulo culmina en tensión extrema.
Resumen capítulo 49 – El silencio de la ciudad blanca – El regreso del coma
Durante el coma de Unai, la ciudad de Vitoria reacciona con una manifestación silenciosa que culmina en una cadena humana desde la Catedral hasta su casa. Estíbaliz, Germán y el abuelo lo acompañan constantemente, especialmente este último, que lo cuida con rituales simbólicos. El abuelo cava una tumba en la huerta y entierra manzanas tras untarlas en el cuerpo de Unai como una especie de pacto con la muerte. La historia que recita al oído de su nieto durante las noches refuerza el vínculo emocional. El entorno hospitalario es frío, pero el amor de los suyos intenta calentar la esperanza. Aunque la ciencia considera irreversible el daño, el abuelo no se rinde, convencido de que Unai volverá. La mezcla de simbolismo rural y drama hospitalario prepara el terreno para un milagro silencioso que se aproxima, reforzando la unión entre el nieto y su legado.
Resumen capítulo 50 – El silencio de la ciudad blanca – El despertar de Unai
Unai despierta en el hospital, rodeado de sus seres queridos. Aunque no puede hablar, logra comunicarse mediante una tablet. Su primera preocupación es saber el destino de Alba, Mario y los gemelos. Estíbaliz le informa que Mario está muerto, que Tasio sigue grave, pero Ignacio se recupera. Alba sobrevivió gracias a su instinto: masticó las abejas antes de asfixiarse, fingió estar muerta y así salvó su vida. Sin embargo, tras el trauma, Alba renuncia temporalmente a su cargo y se muda a Laguardia. Unai, roto emocionalmente, acepta la distancia. A través de sus pensamientos, revela la profundidad de su amor y dolor. Estíbaliz, en un gesto de compañerismo, le brinda apoyo emocional y físico, recordándole su valor. La recuperación no será solo física, sino mental y emocional. El capítulo muestra una ciudad agradecida, pero también un protagonista quebrado, que necesita reconstruirse desde lo más íntimo de su ser, sin olvidar a quienes lo sostienen.
Resumen capítulo 51 – El silencio de la ciudad blanca – Los ecos del silencio
Durante el otoño, Unai se aísla en Villaverde junto al abuelo y Germán, dedicado a la huerta, las conservas caseras y la contemplación. No tiene ganas de hablar ni de volver al trabajo. Aún mudo por la herida cerebral, reflexiona desde San Tirso sobre su nueva vida sin rumbo, entre los montes de Álava. La llamada de Saioa, nieta del hostelero clave en la investigación, le recuerda una promesa olvidada. Ella le comunica que su abuelo murió agradecido, tras enterarse de la resolución del caso. Este gesto reaviva algo en Unai. Decide contactar a Alba por WhatsApp. La conversación es dolorosa pero honesta: reproches, confesiones y una voluntad mutua de sanar por separado antes de considerar una relación. Alba ha sido profundamente herida por su esposo asesino, pero Unai insiste en que lo vivido entre ellos fue real. A pesar de la distancia emocional, deja claro que, cuando sane, irá a buscarla.
Resumen capítulo 52 – El silencio de la ciudad blanca – El homenaje de Vitoria
Mientras trabaja en la huerta, Unai recibe la visita de Tasio, ahora libre y transformado. El reencuentro revela que planea irse a Los Ángeles con Ignacio para escribir un guion basado en los crímenes. La novela se titulará El silencio de la ciudad blanca. Unai detecta que intentan engañarlo cambiando identidades, pero los desenmascara fácilmente. Los gemelos le entregan una invitación al homenaje ciudadano. Aunque reticente, Unai accede, presionado por sus seres queridos. En el evento en la plaza de la Virgen Blanca, descubre un mural titulado La ciudad del Kraken, un homenaje con escenas emblemáticas de la ciudad y una frase de su canción favorita. Entre la multitud, ve a Alba. Su trenza negra destaca y su mirada responde a sus preguntas. Es entonces cuando Unai decide que ha llegado el momento de volver a hablar. El capítulo cierra con esperanza, dejando entrever un futuro posible donde el dolor no impida el amor.
Conclusión – El silencio de la ciudad blanca
Entre símbolos tallados en piedra y memorias que nunca cicatrizan, El silencio de la ciudad blanca nos deja con la certeza de que el pasado nunca está muerto: solo duerme, esperando ser despertado por el crimen perfecto. Eva García Sáenz de Urturi construye una red narrativa donde el suspense se enrosca como la hiedra en los muros de la vieja Vitoria, y donde cada personaje arrastra una sombra más densa que la anterior.
Kraken, más que un inspector, se convierte en un testigo vulnerable de la violencia, el amor roto y la culpa heredada. Su búsqueda de justicia no solo enfrenta a asesinos, sino a mitos familiares, secretos institucionales y la posibilidad de que algunas verdades simplemente no puedan decirse en voz alta. Con cada giro, la historia no se cierra: se expande hacia algo más profundo.
Porque lo que comienza con un ritual, termina exigiendo una purificación mayor. Si quieres continuar este viaje entre el agua, la muerte y la redención, el siguiente capítulo te espera aquí: Resumen completo por capítulos de Los ritos del agua ➤
Preguntas frecuentes – Resumen por capítulos – El silencio de la ciudad blanca
¿En qué orden suceden los asesinatos y por qué las edades importan tanto?
La cadena arranca con el “doble crimen del dolmen” y replica, paso a paso, los asesinatos de hace veinte años: parejas de víctimas con apellidos compuestos alaveses, colocadas desnudas y con las manos sobre la mejilla del otro. El asesino avanza por edades simbólicas (20, 25, 30…), como si siguiera una cronología ritual de Álava. La muerte llega tras sedación y asfixia por picaduras de abejas dentro de la garganta; los escenarios —Catedral Vieja, Casa del Cordón, Virgen Blanca— refuerzan el mensaje. No es azar: es una misa negra de memoria y culpa que convierte Vitoria en tablero.
¿Cuál es el papel real de Tasio e Ignacio Ortiz de Zárate en el caso?
Tasio cumple condena por los crímenes antiguos, pero insiste en su inocencia y ofrece pistas privilegiadas. Ignacio, su gemelo, deslumbra en público, arde colmenas en Gorbea y después exhibe una coartada de vigilancia continua en San Sebastián: legalmente se libra como autor material, pero persiste la sombra del inductor. Las fotos con Lidia revelan su vínculo con la víctima, tensando todo. Aun así, el patrón y las pruebas apuntan a una verdad más honda: hay alguien que conoce los símbolos mejor que ellos y los usa para hundirlos.
¿Qué significa el eguzkilore y por qué aparecen abejas y tejo en las escenas?
El eguzkilore protege los hogares según la tradición vasca; aquí, el asesino lo profana como firma visual. Las abejas funcionan a la vez como arma y metáfora de un orden “natural” retorcido. El tejo —árbol asociado al veneno y a lo sagrado— completa el tríptico simbólico. En San Vicentejo, el cantero Tiburcio descifra relieves de Adán y Eva, expulsión y “pecado”, que el criminal traduce a crímenes: una liturgia pétrea convertida en ritual sangriento. No es decoración: es teología del rencor puesta en escena.
¿Cómo condiciona el pasado de Unai (Kraken) su forma de investigar?
Unai carga con un accidente que lo dejó vivo y rompió su vida familiar. Esa herida explica su obsesión por la prevención —llegar antes del golpe— y su talento para leer miedos, rutinas y puntos ciegos. Su cuadrilla le sirve de ancla, pero el caso lo invade todo: la muerte de Martina lo desarma y, aun así, lo empuja a redoblar el análisis del símbolo frente al rastro físico. Con Alba establece un vínculo que nace de la vulnerabilidad y que, por momentos, lo salva del abismo para seguir pensando.
¿Quién es el “hermano oculto” y cómo se desvela su origen?
Los flashbacks a 1969–1971 revelan el triángulo Blanca–Javier–doctor Urbina y un parto clandestino: al nacer los gemelos Ortiz de Zárate apareció un tercer bebé pelirrojo, entregado en secreto en Izarra para evitar la furia del patriarca. Ese hijo crece fuera del apellido, alimentado por el abandono y la humillación, y aprende los símbolos de piedra mejor que nadie. Cuando los crímenes regresan, no es el eco de Tasio: es el hermano negado reclamando sitio en la historia familiar a través del dolor.



























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